Conocer tu tipo de piel es el primer paso para empezar a disfrutar de una rutina de belleza eficaz, que consiga hacer frente a esas afecciones y problemas de la piel que te preocupan. Además, gracias a la gran variedad de productos disponibles, cada vez resulta más sencillo y accesible encontrar tratamientos que se adapten perfectamente a las necesidades de cada persona. ¡Y en Toskani somos un gran ejemplo de ello!
Descubre qué tipos de pieles existen y cómo identificar tu tipo de piel con estos sencillos tips.
Cuáles son los principales tipos de piel
Aunque el estado y apariencia de la piel puede cambiar según el clima, el estado de salud o la etapa vital en la que se encuentre cada persona, lo cierto es que el tipo de piel es una cuestión genética, que nos acompaña a lo largo de nuestra vida.
En este sentido, podemos dividir la piel en cuatro categorías principales: Normal, seca, grasa y mixta. Dentro de cada una de ellas, pueden aparecer diferentes trastornos de la piel, como la irritación, incluso entre personas con pieles totalmente diferentes.
Normal
La piel normal se considera un tipo de piel ideal, debido a su equilibrio en la producción de sebo y humedad. Esto hace que no sea ni demasiado seca, ni demasiado grasa, y que tienda a presentar una apariencia saludable y uniforme. Ya que, aunque la zona T formada por frente, barbilla y nariz pueda ser ligeramente más grasa, este tipo de piel es menos propensa a imperfecciones y problemas cutáneos en comparación con otros tipos de piel.
- Se caracteriza por una textura suave, lisa y uniforme
- Poros pequeños y no visibles
- Pocas imperfecciones, impurezas y problemas de sensibilidad
Con la edad, una piel normal puede comenzar a volverse más propensa a la sequedad, lo que puede requerir la aplicación de productos específicos para el cuidado de la piel madura.
Seca
La piel seca produce menos sebo de lo normal, lo que puede llevar a una barrera cutánea debilitada, y pérdida de humedad. Es propensa a la irritación y puede ser más sensible a los cambios climáticos y productos agresivos.
- Sensación de tirantez, especialmente después de la limpieza
- Textura áspera y escamosa
- Apariencia opaca y sin brillo
- Puede presentar líneas finas y arrugas prematuras
La buena noticia es que existen infinidad de productos para pieles secas, que ayudan a combatir y prevenir todos estos síntomas.
Grasa
A diferencia de un tipo de piel seca, la piel grasa produce un exceso de producción de sebo, conocida como seborrea. Esto hace que su apariencia sea porosa, brillante y húmeda.
- Poros dilatados y visibles
- Brillo constante, especialmente en la zona T (frente, nariz y barbilla)
- Propensa al acné, puntos negros, puntos blancos y espinillas
Mixta
La piel mixta, como su propio nombre indica, comparte características con la piel seca y la grasa. Según la zona del rostro y la distribución de las glándulas sebáceas y sudoríparas, este tipo de piel tiene una zona T más grasa, y otras zonas como las de las mejillas, más propensas a la sequedad.
- Combinación de zonas grasas y secas
- Dificultad para encontrar productos que funcionen bien en toda la cara
- Zona T grasa propensa al acné y poros agrandados
- Mejillas con piel seca y áspera
Identifica tu tipo de piel
Cada tipo de piel es un mundo y saber identificarla no siempre es tarea sencilla. Conocer las características de los distintos tipos de piel y prestar atención a los problemas que más nos afectan, es una forma de hacernos una idea de a qué categorías pertenecemos.
Pero a continuación te explicamos dos métodos que pueden ayudarte a reconocer más fácilmente tu tipo de piel.
- El método de la cara desnuda y la observación. Para saber qué piel tienes con este método, tendrás que limpiar tu cara con un producto suave y secarla sin frotar. Deja tu piel desnuda, sin aplicar ningún tipo de producto durante al menos treinta minutos. Luego examínala frente a un espejo. Comprueba si sientes tirantez y tienes escamas, en este caso tu piel es propensa a la sequedad. Mientras que, si observas una piel con brillo en la zona T, es probable que tengas una piel normal o mixta. Y si el brillo se expande a otras zonas, quizá tu tipo de piel sea grasa.
- Papel absorbente para saber tu tipo de piel. En este caso necesitarás un papel absorbente seco, para dar toquecitos suaves sobre tu piel. Con el papel a la luz, observa la cantidad de grasa que ha recogido en cada zona. Si la grasa apenas es visible en el papel, lo más probable es que tengas un tipo de piel seca. Mientras que, si recoge más cantidad en la zona de la nariz y la frente, tienes una piel mixta o normal. Cuando la hoja absorbe grasa en distintas zonas, incluidas las mejillas, la piel es grasa.
¡Una vez que sepas qué tipo de piel tienes, podrás adaptar tu cuidado diario para mantener tu piel sana y radiante!